Desde que Luis Abinader asumió la presidencia de la República Dominicana en agosto de 2020, ha enfatizado repetidamente la importancia de mejorar la infraestructura educativa y cubrir el déficit de aulas que afecta el sistema escolar del país. En varias ocasiones, el presidente ha prometido la construcción de nuevas aulas, fijándose como meta reducir la brecha de aproximadamente 8,000 aulas en el sistema educativo nacional. Sin embargo, en la práctica, el progreso ha sido limitado, lo que ha generado dudas sobre la efectividad y cumplimiento de estas promesas
Recientemente, Abinader anunció una ambiciosa meta de construir unas 4,000 aulas adicionales en todo el país antes de finalizar su mandato en 2025, lo cual incluiría 1,600 aulas para educación inicial.
Esta promesa llega luego de inaugurar dos liceos que beneficiarán a casi 2,000 estudiantes. Sin embargo, el ritmo actual de construcción sugiere que el compromiso de completar 4,000 aulas adicionales podría ser difícil de alcanzar, ya que en años anteriores el número de aulas construidas ha estado muy por debajo de las expectativas iniciales.
A pesar de sus discursos sobre la «transformación educativa» y el “gran salto” hacia una mejor calidad en la enseñanza, los informes de varios medios señalan que los avances en la construcción de infraestructuras escolares han sido insuficientes y, en algunos casos, ineficaces. Según datos oficiales, entre 2021 y 2023 solo se han entregado 1,787 aulas, una cifra que contrasta drásticamente con las metas ambiciosas que el gobierno ha proyectado. Esto refleja una tendencia de promesas reiteradas que, en gran medida, no han logrado materializarse en mejoras tangibles para los estudiantes y sus comunidades
Durante la inauguración del nuevo Liceo Aida Bonelly de Díaz y el Liceo Profesor Justo Antonio Caba Javier, el presidente reiteró su compromiso de seguir mejorando las infraestructuras escolares, un objetivo que el Ministro de Educación, Ángel Hernández, también apoyó. Sin embargo, el sector educativo continúa enfrentando problemas críticos, como la falta de uniformes y materiales escolares, que contribuyen a la baja asistencia en algunos centros educativos.
La situación actual evidencia que, a pesar de los repetidos anuncios y actos de «inauguración» de Abinader, el progreso en la construcción de aulas y en la mejora de las instalaciones educativas sigue siendo insuficiente para satisfacer las necesidades de un sistema que busca brindar educación de calidad.
En la República Dominicana, se estima que hay un déficit de alrededor de 8,000 aulas. Este problema ha sido especialmente notable en el inicio del año escolar, ya que más de 100,000 estudiantes no pudieron ingresar al sistema educativo público debido a la falta de cupos en las escuelas. La Asociación Dominicana de Profesores (ADP) ha señalado que la infraestructura escolar, junto con la falta de personal docente y los problemas de mantenimiento en los planteles, son factores críticos que agravan esta situación.
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