El puente Duarte, una vía vital para la conectividad en la región, ha sido objeto de creciente preocupación debido al estado deteriorado de sus juntas de expansión. Actualmente, al menos dos de estas juntas muestran signos evidentes de deterioro, situación que se extiende a muchas otras partes del viaducto.

La problemática se agravó tras las reparaciones efectuadas en noviembre de 2022 por la empresa Proyectos Industriales, S.A. (PINSA), las cuales ascendieron a un costo considerable de RD$62 millones. Desde entonces, esta estructura ha requerido intervenciones adicionales en aproximadamente diez ocasiones debido a desperfectos recurrentes en las juntas.

Según registros, el Ministerio de Obras Públicas ha intervenido el puente Duarte en múltiples ocasiones desde el año 2020 hasta la fecha actual.

En el año 2020, hubo al menos tres intervenciones documentadas debido a problemas estructurales y de mantenimiento. En el año 2021, estas intervenciones se incrementaron a cinco, marcando un aumento significativo en la necesidad de reparaciones.

La última intervención reportada ocurrió en abril de este año, luego de una denuncia pública sobre el estado crítico de varias juntas del puente por parte del periódico El Nuevo Diario. Previamente, en marzo, el Ministerio de Obras Públicas ya había actuado en respuesta a reportes similares de otros medios de comunicación.

La construcción del puente Duarte, iniciada en junio de 2022, originalmente estaba programada para finalizar en dos meses, pero enfrentó numerosas demoras y críticas debido a la lentitud de los trabajos.

Finalmente, fue entregado en noviembre de ese mismo año, aunque apenas un mes después se vio obligado a cerrarse nuevamente para corregir problemas similares a los actuales, lo que ha generado molestias y riesgos para los conductores.

En total, sumando los costos de las intervenciones y reparaciones desde el año 2020 hasta la fecha, el gasto público en el mantenimiento del puente Duarte ha alcanzado una cifra considerable, reflejando una preocupante inversión de recursos sin una solución duradera a los problemas estructurales que enfrenta este importante viaducto.

El deterioro continuo de las juntas de expansión y la frecuente necesidad de reparaciones subrayan la urgencia de una solución integral y sostenible para garantizar la seguridad y funcionalidad de esta infraestructura clave para la movilidad regional.

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