En un hecho que refleja la falta de tolerancia a la crítica y el debate, la Ministra de la Mujer de la República Dominicana, Mayra Jiménez, ha bloqueado a la plataforma de comunicación más influyente de Santo Domingo Este, hackeandoelsistema.net, en la red social X, anteriormente conocida como Twitter. Esta acción surge tras una serie de cuestionamientos públicos que la plataforma ha realizado hacia la ministra, particularmente sobre el mal uso del término «feminicidio» y, más recientemente, el empleo de una foto oficial que retrata a dos mujeres africanas, que parecen haitianas, como imagen de un programa cuyo objetivo es promover la independencia económica de las mujeres dominicanas.
La decisión de la Ministra de la Mujer bloquear a hackeandoelsistema.net expone una preocupante actitud de censura ante las críticas legítimas.
A lo largo de varias publicaciones, la plataforma ha señalado inconsistencias en el accionar de la ministra, siempre desde una postura de respeto y objetividad, sin dejar de lado su compromiso con la verdad y con una visión clara de lo que considera correcto. Sin embargo, en lugar de entablar un diálogo o defender sus decisiones con argumentos sólidos, la Ministra de la Mujer ha optado por una estrategia que, en pleno siglo XXI y en la era de la comunicación instantánea, resulta incompatible con los valores de transparencia y apertura que deben regir a cualquier funcionario público.
Este bloqueo es más que un simple gesto: es una muestra de la incapacidad de aceptar el escrutinio público que conlleva un cargo de esta naturaleza. La censura, en cualquiera de sus formas, no es una respuesta aceptable en un contexto donde el acceso a la información y el debate constructivo son pilares fundamentales de una sociedad democrática. Eludir la crítica no solo daña la imagen de la ministra, sino que envía un mensaje preocupante sobre su disposición a rendir cuentas y a mejorar en su gestión.
En hackeandoelsistema.net, mantenemos nuestro compromiso de cuestionar las políticas públicas y las acciones de los funcionarios de manera respetuosa y objetiva, buscando siempre contribuir a una sociedad más justa y transparente.
La ministra de la mujer, Mayra Jiménez debería reconsiderar su postura y entender que el bloqueo y la censura no son respuestas válidas ante la crítica, sino una señal de debilidad y falta de argumentos para justificar su accionar. En una democracia, el debate y la crítica son fundamentales, y cualquier intento de silenciarlos es un retroceso que no podemos permitir.
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