Compañeras y Compañeros del Partido Revolucionario Moderno (PRM): Con el profundo dolor y la desilusión que nos embarga, nos dirigimos directamente a nuestro Presidente Luis Abinader, así como a la dirigencia de nuestro partido, para expresar nuestra más enérgica y sentida crítica ante la reciente designación del nuevo Ministro de Hacienda. Esta decisión, en un momento tan trascendental para el futuro económico de nuestra nación, ha sido recibida con profundo disgusto y desazón por la inmensa mayoría de quienes hemos sudado la camisa y puesto el alma por este proyecto de cambio.
Hemos luchado incansablemente, hemos resistido y hemos celebrado juntos las victorias. Fuimos la columna vertebral que llevó al PRM, y a usted presidente Abinader, al poder, creyendo firmemente en la promesa de un gobierno que escucharía a su gente, que valoraría el esfuerzo de sus militantes y que reconocería el sacrificio de quienes han sido la verdadera fuerza motriz de nuestro partido. Sin embargo, en decisiones tan cruciales como esta, sentimos, una vez más, que nuestras voces no han sido escuchadas.
La elección del Ministro de Hacienda no es un simple nombramiento; es una declaración de principios sobre el rumbo económico de nuestro país. Es vital que esta posición sea ocupada por alguien con lealtad demostrada. Pero más allá de esto, esperábamos que al tomar una decisión de tal envergadura, se considerara el sentir de la base perremeísta, aquella que ha demostrado una lealtad inquebrantable.
Nos preocupa profundamente que esta designación parezca responder a intereses ajenos a los anhelos de nuestra militancia, dejando de lado a compañeros y compañeras valiosos, con capacidad y probada lealtad, que han esperado pacientemente la oportunidad de servir a su país desde posiciones de relevancia. Esta situación genera un desánimo palpable y una sensación de que los esfuerzos de la base son subestimados y nuestras aspiraciones, ignoradas.
Y hay algo más que no podemos pasar por alto: sacamos del poder al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) por nuestras duras críticas a la corrupción y la mala gestión que hundía la economía del país. Prometimos un cambio, una nueva forma de hacer política y de administrar los recursos del pueblo. ¿Cómo explicamos ahora a nuestra gente que estamos poniendo la economía del país en manos de los mismos sectores que tanto criticamos? Esto no solo genera desconfianza, sino que traiciona el espíritu de lucha que nos llevó a la victoria.
Presidente Abinader, le instamos a reconsiderar esta designación y, más importante aún, a mirar hacia adentro de nuestro partido. La unidad del PRM es nuestra mayor fortaleza, y esa unidad se construye escuchando, valorando y reconociendo a quienes han sido el sustento fundamental de nuestra organización política. La confianza en la gestión pública comienza por la confianza en las decisiones tomadas dentro de nuestra propia casa.
La base del PRM merece un gobierno que la represente en cada acción, que valore su compromiso y que la integre en las decisiones trascendentales. Es tiempo de fortalecer el vínculo con nuestros militantes y de recordar que el éxito de nuestro proyecto se basa en la cohesión y el reconocimiento de quienes lo hicieron posible.
Nota aclaratoria:
Algunas informaciones contenidas en este artículo tienen carácter especulativo, fundamentadas en el análisis de hechos públicos y en el comportamiento reciente de los actores mencionados, así como en una filtración genuina proveniente de una fuente de entero crédito. En virtud de los principios éticos del periodismo y del marco legal nacional e internacional, nos reservamos el derecho de proteger la identidad de dicha fuente, conforme a lo establecido en el Artículo 49 de la Constitución de la República Dominicana, que garantiza la libertad de expresión e información, así como el derecho a mantener el secreto profesional. Este derecho también está respaldado por instrumentos internacionales como el Artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José), el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y los principios establecidos por la UNESCO y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre la libertad de prensa. La protección de nuestras fuentes es no solo un derecho, sino un deber ético frente al interés público y la democracia.
Desde HackeandoElSistema.net seguiremos informando sobre este tema, que planteamos primero que cualquier otro medio en la República Dominicana.