En la política de República Dominicana, ha surgido un patrón preocupante que parece repetirse en cada ciclo electoral. Los funcionarios del gobierno, tanto aquellos afiliados al Partido Revolucionario Moderno (PRM) como los que no, están recurriendo a una táctica familiar: llamar a los miembros de la base para hacer promesas tentadoras a cambio de su apoyo.
En este artículo, examinaremos esta tendencia y destacaremos la necesidad de cautela por parte de los votantes, así como la importancia de exigir garantías tangibles antes de comprometer su respaldo.
El Ciclo de Promesas Vacías: En cada elección, vemos cómo los funcionarios gubernamentales recurren al mismo patrón de promesas vacías. Argumentan que esta vez será diferente, que el presidente no tiene compromisos y que se dará prioridad a la base del PRM.
Sin embargo, la realidad es que estas promesas suelen quedarse en palabras vacías una vez que las elecciones concluyen.
Las Promesas de Empleo y Ayuda: Las promesas a los miembros de la base suelen incluir ofertas de empleo y ayuda económica. Los votantes son tentados con la perspectiva de obtener puestos de trabajo o asistencia financiera a cambio de su respaldo. Sin embargo, la experiencia pasada ha demostrado que estas ofertas rara vez se cumplen de manera satisfactoria.
La Falta de Garantías: Lo más preocupante es que los funcionarios que buscan el apoyo de la base no ofrecen garantías sólidas o mecanismos de cumplimiento. En lugar de ello, dependen de la confianza ciega de la base del PRM, que han sido decepcionados en elecciones anteriores.
El Llamado a la Caución: Ante esta realidad, se hace necesario un llamado a la caución por parte de los miembros de la base del PRM y de los votantes en general. No es suficiente confiar en las promesas verbales, sino que se deben exigir compromisos tangibles y acuerdos por escrito antes de brindar un respaldo político.
La Necesidad de Cobrar Antes de Comprometerse: En hackeandoelsistema.net, sugerimos a todos aquellos a quienes los funcionarios gubernamentales han llamado en busca de apoyo, que cobren primero y exijan una compensación significativa antes de comprometerse.
El historial de promesas incumplidas en la política dominicana es un recordatorio de que la confianza no es suficiente.
Es innegable que República Dominicana no puede permitirse regresar a un pasado donde la corrupción y el abuso de poder eran desenfrenados. Sin embargo, es igualmente evidente que la actual administración, aunque posiblemente menos eficiente, muestra signos de arrogancia y persistencia en la corrupción.
La lucha contra la corrupción y la promoción de la eficiencia en el gobierno son imperativos para construir un futuro más justo y próspero en el país.
La política en República Dominicana ha estado marcada por un ciclo de promesas vacías y decepciones. Los funcionarios gubernamentales, ya sean del PRM o de otros partidos, deben ser escrutados de cerca, y los votantes deben ser críticos y exigentes en sus interacciones con ellos.
La lección aprendida es que, antes de ofrecer apoyo político, es prudente cobrar primero y asegurarse de que las promesas se cumplan de manera efectiva. La transparencia y la rendición de cuentas son esenciales para construir una política más sólida y confiable en el país.
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