El presidente del Consejo Directivo del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel), Guido Gómez Mazara, denunció este viernes haber sido víctima de ataques en redes sociales luego de negarse a una propuesta publicitaria realizada por un medio digital. “El modelo de ataque en las redes: te piden un anuncio, no lo haces. Inmediatamente suben una información sobre la institución; los bots y toda la oposición la ponen a circular. Jajaja, conmigo se equivocaron”, escribió el funcionario en su cuenta de X (antes Twitter).
El periodista Pavel Arias, director del periódico digital El Munícipe, negó categóricamente las acusaciones realizadas por el presidente del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (INDOTEL), Guido Gómez Mazara, quien lo señaló de haber solicitado una propuesta publicitaria a nombre del medio con supuestos fines extorsivos.
Arias calificó dichas declaraciones como “calumniosas”, al considerar que los señalamientos carecen de fundamentos y buscan desacreditar el trabajo investigativo del medio.
Esos comentarios generaron de inmediato reacciones divididas, especialmente por venir de quien dirige la entidad reguladora del ecosistema digital dominicano. En Hackeandoelsistema.net creemos que fue un error expresar eso públicamente, porque no todo lo que se piensa debe decirse, y menos cuando se trata de un tema tan sensible como la independencia de los medios.
Los medios digitales —en República Dominicana y en el mundo— se han convertido en una fuerza que ningún poder político o económico puede controlar del todo. En lugar de entrar en confrontación con ellos, lo inteligente es entender su influencia, su dinámica y su poder de incidencia en la opinión pública.
La nueva arena del poder: las redes y los portales digitales
Según datos de El Dinero, más del 81 % de los dominicanos utiliza redes sociales y los medios digitales se consolidan como la principal fuente de información del país. En enero de 2025, el tráfico digital superó los 351 millones de visitas, lo que demuestra que el debate público ya no ocurre en los periódicos impresos ni en los noticiarios de televisión, sino en el espacio digital.
El propio Indotel ha reconocido que la desinformación y los “bots” representan uno de los grandes retos del país. “La cultura de mentiras se ha querido instaurar como regla en República Dominicana”, advirtió Gómez Mazara meses atrás durante el lanzamiento de una campaña institucional para promover la verificación de la información.
Paradójicamente, esa misma cultura digital que el Indotel busca ordenar fue la que ahora puso al funcionario en el ojo del huracán.
Publicidad, poder y opinión: una frontera difusa
La queja de Guido Gómez Mazara apunta a un dilema conocido: cuando un medio solicita publicidad a una institución pública, la línea entre la independencia editorial y el interés económico se vuelve delgada.
Sin embargo, al ventilar el conflicto en redes sociales, el presidente del Indotel abrió otra discusión: ¿debe una figura pública responder con acusaciones a un medio que lo critica? En un entorno tan cargado de percepciones, el simple acto de “defenderse” puede parecer intolerancia hacia la prensa o intento de censura indirecta.
Como recordó el politólogo y consultor digital José Ramón Rosario, citado por Diario Libre, “la fuerza de los medios digitales radica en su capacidad de imponer temas, crear narrativas y condicionar la conversación pública. Quien se enfrente a ellos, pierde capital simbólico aunque tenga razón”.
Un escenario donde nadie tiene el control
La influencia de los medios digitales en la política y la sociedad dominicana es ya irreversible. Lo que antes se debatía en cafés o en programas de televisión, hoy se define en X, Facebook, TikTok y los portales noticiosos.
El informe de favorabilidad del Indotel muestra que la gestión de Gómez Mazara tuvo 84 % de cobertura positiva en la prensa tradicional entre agosto y diciembre de 2024, pero eso no garantiza tranquilidad en el mundo digital, donde las crisis se fabrican en minutos y se olvidan al día siguiente.
Las instituciones deben entender que la comunicación digital no se controla, se gestiona. Y para gestionarla, hace falta estrategia, prudencia y empatía, no orgullo ni impulsos.
El espejo del poder
En Hackeandoelsistema.net opinamos que Mazara “se comió los mocos”, como decimos en buen dominicano. Cayó en la trampa del momento y le habló al mundo digital con las mismas reglas de la vieja política.
Antes de mirar hacia los medios, el presidente del Indotel debería mirar hacia dentro: hacia un gobierno que ha tomado decisiones mucho más cuestionables que la simple negativa de pagar un anuncio. Un gobierno encabezado por Luis Abinader, que predica transparencia mientras mantiene cercanías con empresarios beneficiados de contratos públicos y guarda silencio ante múltiples casos que merecen más atención que un conflicto con un portal de noticias.
El poder no está ya en los despachos ni en los discursos, sino en las pantallas. Y quien no entienda eso, se queda fuera del juego.
Los medios digitales son el nuevo termómetro social, político y cultural. Son incontrolables, impredecibles y, sobre todo, influyentes.
Atacarlos o enfrentarlos no tiene sentido: lo que corresponde es comprender cómo funcionan, respetar su independencia y aprender a comunicar con inteligencia en un entorno donde una sola publicación puede definir una reputación.
En Hackeandoelsistema.net hemos reconocido en múltiples ocasiones la figura del doctor Guido Gómez Mazara como una de las voces más lúcidas, coherentes y valientes dentro del panorama político dominicano. En nuestras memorias editoriales hemos destacado su capacidad para mantener una línea ética cuando otros prefirieron la conveniencia, su defensa constante del Estado de derecho y su disposición a decir verdades incómodas incluso dentro de su propio partido. Por eso, esta vez —y lo decimos con respeto y admiración— creemos que tuvo un desliz emocional. Su reacción frente a un medio digital no refleja la templanza y madurez política que siempre le hemos atribuido. Guido ha sido un referente de equilibrio y pensamiento crítico; sin embargo, en este episodio se dejó arrastrar por la inmediatez del momento y respondió desde la emoción, no desde la reflexión que lo caracteriza.
En esta era, los políticos que no sepan coexistir con los medios digitales, terminarán devorados por ellos.
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