La República Dominicana se encuentra en un momento de profunda agitación política, donde la oposición (PLD FP y PRD), a pesar de estar marcada por el descrédito y la insatisfacción generalizada, enfrenta desafíos significativos para ganar las elecciones presidenciales de 2024.
Esta situación plantea una serie de interrogantes sobre las causas subyacentes de esta tendencia y por qué los ciudadanos, a pesar de sus quejas y la promesa de cambio, no optan por la alternativa opositora. Este artículo explora las razones detrás de esta dinámica y analiza la percepción actual sobre la gestión gubernamental y las opciones disponibles para la oposición.
La Corrupción Persistente y el Endeudamiento igual que antes:
A pesar de la promesa de CAMBIO, la República Dominicana ha continuado lidiando con problemas persistentes, como la corrupción y un crecimiento preocupante de la deuda pública. La percepción de que la situación no ha mejorado, y en algunos casos ha empeorado, contribuye a la desilusión entre los votantes, lo que afecta a la oposición.
El Pte. Luis Abinader,ha tomado prestado en los últimos tres años 29 mil millones de dólares; es decir 24 millones de dólares todos los días; 56 millones por hora y 900 mil pesos por minutos y ese endeudamiento no se refleja en la calidad de vida de los dominicanos.
Servicios Públicos en Retroceso igual o peor que ante:
La calidad de los servicios públicos, como el transporte público, la atención médica, la gestión de pasaportes y la educación, ha sido motivo de creciente insatisfacción entre la población. A pesar de las promesas de mejoras, la realidad muestra retrocesos en estos sectores, lo que agudiza la percepción negativa del gobierno y la administración actual.
Decepción por el Cambio Prometido:
El Partido Revolucionario Moderno (PRM) llegó al poder en 2020 con la promesa de cambio y de abordar los problemas sistémicos que afectaban al país. Sin embargo, la percepción es que no ha cumplido con esas expectativas, lo que ha llevado a una creciente decepción entre los ciudadanos.
Fragmentación de la Oposición:
La división en la oposición(PLD, FP y PRD), también juega un papel importante en la dificultad de ganar las elecciones en 2024.
A pesar de los problemas en el PRM y la gestión gubernamental, la falta de unidad y un liderazgo coherente en la oposición ha debilitado su capacidad para presentar una alternativa sólida y atractiva.
El Desafío de la Unión
A pesar de la falta de confianza en las figuras políticas tradicionales como Leonel Fernández y Abel Martínez, la posibilidad de que la oposición se una bajo un liderazgo fuerte es vista como una estrategia viable para ganar en 2024. La división de votos entre múltiples candidatos debilita sus posibilidades de éxito.
El Liderazgo de Luis Abinader
La percepción sobre la capacidad de Luis Abinader como presidente también es un factor relevante en la ecuación política. La crítica a su habilidad cognitiva y su enfoque en la gestión de los asuntos públicos influye en la percepción general sobre la efectividad de su liderazgo.
La República Dominicana enfrenta una encrucijada política compleja, donde la insatisfacción con la gestión gubernamental y la percepción de falta de avances en áreas clave no se ha traducido en un apoyo sólido a la oposición.
La falta de unidad en la oposición (PLD, FP y PRD) y la falta de liderazgo cohesivo son obstáculos clave para lograr un cambio en las elecciones de 2024.
Sin embargo, en un país donde la política es altamente dinámica, las circunstancias pueden cambiar, y la oposición debe abordar estos desafíos con una estrategia sólida y una visión clara para ganarse la confianza del electorado.
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