El reciente comunicado del Departamento de Estado de los Estados Unidos, informando sobre una conversación telefónica entre el Secretario de Estado, Anthony Blinken, y el presidente dominicano Luis Abinader, ha generado una serie de interrogantes y especulaciones en la comunidad internacional.

Hackeandoelsistema.net, como medio de comunicación comprometido con la verdad y la transparencia, cuestiona la verdadera naturaleza de esta llamada y su posible motivación.

Mientras el comunicado oficial sugiere que la conversación se centró en la “coordinación continua sobre la situación en Haití“, la realidad parece ser mucho más compleja.

La reciente declaración del Secretario de Seguridad Nacional de EE.UU., Alejandro Mayorkas, revela una postura clara respecto a la llegada de haitianos a suelo estadounidense: serán devueltos.

Esta declaración, junto con el hecho de que el Gobierno de Joe Biden no contempla una ampliación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para los haitianos en el país, plantea dudas sobre las verdaderas intenciones detrás de la llamada entre Anthony Blinken y Luis Abinader.

Es evidente que Estados Unidos está adoptando una postura firme con respecto a la situación de los haitianos, instando a que eviten viajar por mar a Estados Unidos y devolviendo a aquellos que son interceptados por la Guardia Nacional.

Esta política se lleva a cabo a pesar de la escalada de la inseguridad y el deterioro de la situación humanitaria en Haití, como lo señala la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

En este contexto, resulta plausible pensar que la llamada de Anthony Blinken a Luis Abinader. podría haber estado motivada por un interés en influir en la política migratoria de la República Dominicana.

Específicamente, podría haber sido una forma de presionar al gobierno dominicano para que no deporte a los haitianos, alineándose así con los intereses de Estados Unidos.

Hackeandoelsistema.net reconoce la complejidad de la situación migratoria en la región y la necesidad de abordarla con empatía y humanidad.

Sin embargo, insta a la comunidad internacional a mantenerse vigilante y cuestionar las verdaderas motivaciones detrás de las acciones de los gobiernos, especialmente cuando se trata de políticas migratorias que afectan a los más vulnerables.

En última instancia, es imperativo que se prioricen los derechos humanos y se busquen soluciones justas y sostenibles para todos los involucrados.

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