Una situación preocupante y frustrante se ha apoderado del kilómetro 9 de la Duarte, en la República Dominicana. Las aceras han sido invadidas por comerciantes haitianas, dejando a los transeúntes dominicanos sin espacio para caminar.

Esta problemática plantea interrogantes sobre la ausencia de las autoridades municipales y migratorias, generando un sentimiento de pérdida de control y preocupación por la integridad de nuestro país.

En este artículo, analizaremos en detalle esta situación y reflexionaremos sobre la importancia de la acción gubernamental para salvaguardar el orden y el bienestar de los ciudadanos.

En el kilómetro 9 de la Duarte, las aceras se han convertido en un territorio ocupado por comerciantes haitianas, lo cual ha generado un grave problema para los transeúntes dominicanos.

La falta de espacio para caminar ha afectado significativamente la movilidad y comodidad de las personas que transitan por la zona, planteando serias interrogantes sobre la efectividad de las autoridades locales y migratorias en la resolución de este conflicto.

Es comprensible que los ciudadanos se cuestionen: ¿Dónde está el ayuntamiento? ¿Dónde está la Dirección General de Migración (DGM)? ¿Donde esta el gobierno central? La falta de respuesta y acción por parte de estas instituciones ha generado un sentimiento de desamparo y descontrol, alimentando la sensación de que se ha perdido el control de nuestro propio país sin necesidad de hacer un solo disparo.

La invasión de las aceras por parte de comerciantes haitianas plantea diversas problemáticas.

Además del evidente deterioro del espacio público y la restricción de la movilidad ciudadana, surgen preocupaciones sobre la legalidad de dichas actividades comerciales y el impacto en la economía local.

La ausencia de una regulación clara y la falta de medidas efectivas por parte de las autoridades para garantizar el cumplimiento de las normas y salvaguardar el bienestar de la comunidad local, generan un sentimiento de impotencia y descontento entre los ciudadanos dominicanos.

La ocupación de las aceras por parte de comerciantes haitianas en el kilómetro 9 de la Duarte representa un desafío para el orden y la seguridad de la comunidad dominicana.

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La falta de respuesta y acción por parte del ayuntamiento y la Dirección General de Migración plantea interrogantes sobre la efectividad de las instituciones encargadas de garantizar el orden y el bienestar de los ciudadanos.

Esta situación evidencia la necesidad de una mayor coordinación y enfoque en la aplicación de políticas públicas para abordar los desafíos migratorios y garantizar el respeto de las normas y la convivencia pacífica. Es fundamental que las autoridades asuman su responsabilidad y tomen medidas concretas para resolver esta problemática y restablecer el orden en beneficio de la comunidad dominicana.

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