Mi estimado amigo y diputado Yancarlos Simanca, tu preocupación es comprensible, y hasta se podría decir que parte de un buen sentimiento. Pero vamos a hablar claro, sin eufemismos ni frases cifradas: que algunos líderes del PRM no se hayan lanzado de cabeza a apoyar ningún proyecto presidencial rumbo al 2028… tiene TODO el sentido del mundo.
¿Acaso alguien puede culparlos por tomarse su tiempo? ¿Qué ha hecho el gobierno del presidente Abinader por esos líderes? ¿Qué ha hecho la cúpula del PRM por los robles que han sostenido este partido en cada rincón de Santo Domingo Este y otros municipios? La respuesta es sencilla y corta: nada.
El abandono ha sido sistemático, visible, y hasta grosero. Esos mismos líderes que hoy muchos quieren tildar de “fichas del parcha” son los que, en campaña, sudaron la camiseta, invirtieron su capital político y personal, tocaron puertas, llenaron tarimas… y luego fueron olvidados como si fueran parte de una decoración electoral.
Entonces, ¿es de oportunistas o de sabios tomarse su tiempo para evaluar qué opción presidencial es la más confiable, la más comprometida con las bases, y no simplemente una repetición del mismo esquema de élites y favores de siempre?
Habría que preguntarse más bien, ¿qué garantías tienen esos líderes locales de que serán tomados en cuenta si hoy se alinean con un proyecto? Ninguna. Y en política, como bien sabes, se camina con garantías, no con promesas huecas.
A los nombres mencionados en la publicación del comunicador José Paulino –figuras como Bertico Santana (cónsul en EE.UU., en una embajada que ese gobierno no reconoce y dejo su liderazgo en la basura), Manuel Jiménez (es cierto que hizo una mala gestión, pero tiene un liderazgo y apoyo al presidente en la campaña), Erick Guzmán (en INPOSDOM, pero esa institución es una mierda), Robert Arias (A este solo le falta entrégale la vida al partido y ni así Abinader lo toma en cuenta), el Dr. Burgos Gómez (Este esta esperando una línea de Abinader, para no poner su puesto en peligro), y el alcalde Dio Astacio (Este no tiene por que elegir ahora, ya que tiene un puesto constitucionalmente garantizado)– no se les puede exigir lealtad ciega a cambio de indiferencia constante. Si el partido los ha tratado como muebles viejos, no esperen que ahora corran como si estuvieran viendo al Mesías.
Lo irónico es que, a pesar del abandono, muchos de ellos aún mantienen una lealtad al partido… y hasta al presidente. Una lealtad que, seamos honestos, no ha sido correspondida ni merecida.
Así que más que lanzar pullas disfrazadas de advertencias, quizás sea momento de mirar hacia adentro del PRM, hacia la dirigencia nacional, hacia los “estrategas” de los salones refrigerados, y preguntarse: ¿por qué los verdaderos líderes territoriales no se sienten motivados?
La ficha del parcha, diputado, no siempre es la del oportunismo. A veces, es la ficha que sabe que si se mueve antes de tiempo, la pisan. Y a esta altura, ya hay muchos con los pies marcados de pisotones.
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