En un escenario político donde muchas figuras parecen estar desconectadas de la realidad de los dominicanos de a pie, Wellington Arnaud, director del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa) y precandidato a la presidencia del Partido Revolucionario Moderno (PRM), se destaca como una excepción. Su mensaje claro y directo invita al pueblo a seguir confiando en los gobiernos perremeístas, asegurando que han demostrado saber gobernar y cumplir con lo que prometen.
Pero más allá de su discurso, lo que realmente distingue a Wellington Arnaud es su cercanía con la base del partido y con la gente de abajo, algo que pocos políticos pueden decir con sinceridad.
No se ha limitado a los espacios de élite ni se ha encerrado en una burbuja de poder. Al contrario, ha mantenido los pies en la tierra, entendiendo de primera mano las necesidades y aspiraciones de la población dominicana.
A diferencia de otros precandidatos que proyectan una imagen de superioridad por su posición política o económica, Arnaud se mantiene accesible, sin posturas arrogantes ni distancia con la gente. Se le ha visto recorrer calles, conversar con ciudadanos sin filtros ni barreras, lo que refuerza su autenticidad y compromiso con el bienestar del país. Su actitud contrasta fuertemente con la de aquellos que solo buscan el poder por el poder, los «wannabes» que fingen empatía pero carecen de una verdadera conexión con el pueblo.
Este gesto de humildad y compromiso no pasa desapercibido. En tiempos donde la política parece estar dominada por la imagen y el espectáculo, Wellington Arnaud representa una opción genuina, alguien que no solo promete cambios, sino que realmente encarna las aspiraciones de los dominicanos.
Wellington Arnaud siempre ha demostrado un trato cercano y genuino con la gente, sin recurrir a encuestas falsas para crear un falso posicionamiento. Mientras otros utilizan recursos para vender la narrativa de que el pueblo los apoya, y solo se acercan a la gente en tiempos de campaña, basta con echar un vistazo a las redes sociales de Arnaud para ver su auténtica conexión con el pueblo. No necesita poses, guiones ni la asistencia de decenas de hombres con cámaras buscando el ángulo perfecto. Wellington es, en esencia, un hombre del pueblo, un peñagomista, un perremeísta y, sobre todo, un dominicano comprometido
Con su acercamiento directo y su visión de un liderazgo sin privilegios, se posiciona como el único presidenciable que realmente se parece al pueblo.
En la carrera hacia la presidencia, el pueblo decidirá si prefiere seguir eligiendo a quienes solo aparecen en tiempos electorales o si dará una oportunidad a quienes, como Arnaud, han demostrado que la cercanía y la humildad son esenciales para gobernar con éxito.
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