La Ley 311-14 sobre el Sistema Nacional Autorizado y Uniforme de Declaraciones Juradas de Patrimonio y su reglamento de aplicación, fijan un plazo de 30 días tras asumir sus funciones para que los funcionarios electos depositen su declaración jurada. Dio Astacio, quien se presentó ante el electorado como un pastor religioso, ha mostrado una preocupante falta de conocimiento y respeto por esta ley, así como por la Ley 176-07, que regula el Distrito Nacional y los municipios.

Incumplimiento de la Ley 311-14
La Ley 311-14 establece en su artículo 2 que todos los funcionarios públicos deben presentar una declaración jurada de patrimonio en un plazo no mayor a 30 días después de haber asumido su cargo. Esta medida tiene como objetivo garantizar la transparencia y prevenir la corrupción en la gestión pública.

El incumplimiento de esta disposición por parte del alcalde Dio Astacio revela una evidente falta de compromiso con los principios de transparencia y legalidad.

Desconocimiento de la Ley 176-07
Además, Astacio ha mostrado un desconocimiento alarmante de la Ley 176-07, que regula el funcionamiento de los ayuntamientos y el Distrito Nacional. Esta ley, en su artículo 21, establece las responsabilidades y competencias de los alcaldes, incluyendo la obligación de promover la transparencia y la participación ciudadana en la gestión municipal. La ignorancia o el desprecio de estas disposiciones legales por parte de Astacio pone en duda su capacidad para liderar un ayuntamiento tan grande y complejo como el de Santo Domingo Este.

Falta de Ética y Compromiso
Como pastor religioso, Dio Astacio debería ser un ejemplo de ética y apego a las leyes. Los líderes religiosos se espera que sean íntegros y que su conducta sea intachable en todo momento. Sin embargo, las acciones de Astacio sugieren lo contrario. En lugar de actuar con la rectitud que su posición religiosa y política requiere, ha mostrado una alarmante indiferencia hacia las leyes y regulaciones que debería conocer y respetar.

Un “Lobo” Disfrazado de “Oveja”
El caso de Dio Astacio plantea la inquietante posibilidad de que estemos ante un “lobo” que se vendió como una “oveja”. Su imagen de pastor religioso comprometido con la ética y la legalidad contrasta fuertemente con sus acciones. Al ignorar o desconocer las leyes 311-14 y 176-07, Astacio no solo demuestra su falta de preparación académica y profesional para el cargo de alcalde, sino que también revela un profundo déficit de integridad y compromiso con los valores que predica.

La situación con el alcalde Dio Astacio es un claro ejemplo de la importancia de la transparencia y el cumplimiento de la ley en la gestión pública.

Su falta de integridad y su aparente desprecio por las normativas vigentes no solo ponen en riesgo la buena gestión del Ayuntamiento de Santo Domingo Este, sino que también erosionan la confianza de los ciudadanos en sus líderes y en el sistema democrático.

Es imperativo que los funcionarios públicos sean modelos de rectitud y transparencia, y que las leyes sean aplicadas de manera justa e imparcial para todos.

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