Las autoridades informaron la tarde de este lunes el rescate de un menor dominicano que fue raptado en la frontera de El Carrizal en Comendador, provincia Elías Piña, y llevado a Haití. El niño ya está de regreso en el país tras el pago de las demananda del Haitiano secuestrador. Según el reporte, el niño, cuyo nombre se reserva por razones de intimidad, fue entregado a sus familiares pasadas las 2:00 de la tarde de este lunes, después de un depósito de 120 mil pesos a su raptor.
El rescate se efectuó en la frontera de Bánica tras una ardua labor de la Dirección Central de Investigación (Dicrim), el Ejército Dominicano y otros organismos de inteligencia, que acompañaron a la familia del menor de 7 años.
La Policía Nacional identificó como Agnerd Pierre, alias Rojo, al inmigrante haitiano que presuntamente cometió el secuestro. Según las investigaciones, Pierre había trabajado con la familia del menor por dos décadas en el municipio Sabana Larga, Elías Piña. Pierre cruzó por el municipio Guaroa a través de las montañas para evadir los puntos de chequeo.
En el cerco fronterizo de Elías Piña, el presunto secuestrador devolvió a otro raptado, un joven de 14 años, quien pudo informar a su padre, Juan Vizcaíno Encarnación, de lo ocurrido. Posteriormente, Pierre cruzó el río Artibonito y llegó hasta la comunidad Thomassique, en la República de Haití, desde donde pidió un rescate de 150 mil pesos.
Un Error Costoso
El pago del rescate, aunque logró la liberación del menor, ha sido considerado un grave error por diversos sectores de la sociedad. Esta acción envía un mensaje peligroso de que los secuestradores pueden tener éxito al cruzar la frontera con sus víctimas y exigir dinero a cambio. Al pagar el rescate, se ha abierto una puerta para que esta modalidad de secuestro se traslade a territorio dominicano, poniendo en riesgo la seguridad de más niños y ciudadanos.
Críticas a la Falta de Acción del Gobierno
Muchos critican la falta de acción firme por parte del gobierno dominicano. En lugar de ceder a las demandas de los secuestradores, el gobierno debería haber enviado tropas para rescatar al niño, incluso si eso implicaba la pérdida de vidas en el lado haitiano de la isla.
Esta operación hubiera enviado un mensaje claro de que la República Dominicana no negocia con terroristas y está dispuesta a hacer todo lo necesario para defender a sus ciudadanos.
Las autoridades no demostraron el valor necesario para enfrentar esta amenaza con la contundencia requerida. La falta de una respuesta enérgica y decidida no solo pone en duda la efectividad del gobierno en la protección de sus nacionales, sino que también puede incentivar a otros delincuentes a cometer actos similares.
Consecuencias Inmediatas
El efecto inmediato de pagar el rescate se traducirá en un aumento de la percepción de vulnerabilidad entre los dominicanos y una posible escalada en los secuestros transfronterizos. La falta de acción decisiva y la negociación con los secuestradores crean un precedente peligroso que puede ser aprovechado por otros delincuentes.
Es imperativo que el gobierno dominicano reevalúe sus estrategias de seguridad y adopte una postura más firme.
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