Es inaceptable que, a un año de los acuerdos y promesas, las obras comprometidas y los fondos destinados al desarrollo de los aeropuertos nacionales sigan siendo una ilusión. La gestión del contrato de arrendamiento de Aerodom, la empresa que controla varios aeropuertos clave del país, es un claro ejemplo de cómo el poder político ha utilizado los recursos públicos para financiar intereses personales, sin rendir cuentas a la ciudadanía.
El proceso de arrendamiento de los aeropuertos fue llevado a cabo en circunstancias sospechosas. Según denuncias, las autoridades decidieron arrendar los aeropuertos «antes de tiempo«, sin realizar un examen adecuado del desempeño de Aerodom ni licitar un nuevo contrato de manera transparente.
Este acto no solo carece de justificación legal, sino que también plantea serias dudas sobre la falta de transparencia en la toma de decisiones, en especial cuando se trata de contratos millonarios que involucran recursos del Estado.
Lo más alarmante es que, en lugar de destinar el dinero obtenido por el acuerdo para las obras prometidas y el desarrollo de la infraestructura aeroportuaria, lo que ha quedado claro es que esos fondos terminaron financiando una campaña política, probablemente la reelección presidencial. Mientras tanto, las obras comprometidas siguen sin aparecer, las promesas siguen sin cumplirse y la población queda con la amarga sensación de haber sido estafada por un gobierno que claramente prioriza sus propios intereses por encima del bienestar del país.
El robo de estos recursos públicos, por su parte, no es algo que se pueda dejar pasar desapercibido. Este tipo de actos es un claro ejemplo de abuso de poder y corrupción en su forma más descarada. La ciudadanía tiene derecho a exigir transparencia, rendición de cuentas y la correcta ejecución de los fondos que debían haberse invertido en proyectos vitales para el desarrollo de la nación. En lugar de eso, vemos cómo se dilapidan esos recursos para financiar proyectos políticos que benefician solo a unos pocos, mientras el país sigue esperando las inversiones y mejoras que se les prometieron.
Es hora de que las autoridades rindan cuentas por este robo vulgar del dinero de Aerodom.
Como bien sugirió un comentario en tono sarcástico, «Engrasen la celda», porque parece que las consecuencias legales para los responsables de este saqueo podrían estar más cerca de lo que muchos piensan. No podemos seguir tolerando la impunidad y la corrupción que destruye las oportunidades de progreso de nuestra nación. La justicia debe prevalecer.
No te olvides de crear tu perfil en HES Social para que puedas comentar cualquier noticia, subir tus denuncias y compartir tus opiniones con la comunidad.
Si te parece interesante este articulo, difúndelo con tus amigos.
Te dejamos nuestros más reciente análisis: Crisis de Haití y la ineficacia diplomática dominicana: Melvin Sena critica la geopolítica dominicana.