Este lunes, el presidente Luis Abinader sorprendió al país al cancelar su rueda de prensa «La Semanal», una actividad habitual donde se presentan los avances del gobierno y se responde a las inquietudes de los periodistas. Aunque la excusa oficial fue la proximidad de las festividades navideñas, muchos coinciden en que esta cancelación tiene un motivo mucho más urgente y delicado: evitar responder preguntas incómodas sobre el histórico decomiso de 9.8 toneladas de droga en el país.
La incautación, considerada una de las más grandes en la historia reciente, se realizó en el puerto de Santo Domingo en colaboración con la DEA y la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD). Sin embargo, la falta de detalles claros sobre el operativo y la sorprendente ausencia de detenidos ha generado más interrogantes que respuestas. Las versiones oficiales sobre cómo y cuándo se descubrió el cargamento siguen siendo vagamente formuladas, lo que ha alimentado las sospechas de que el gobierno está intentando minimizar la magnitud del evento.
La cancelación de La Semanal de prensa presidencial ocurrió en un momento clave, cuando los periodistas se preparaban para interrogar al mandatario sobre este decomiso histórico.
Muchos especulan que la decisión de Abinader fue una maniobra para evitar ser confrontado sobre la falta de un informe oficial detallado y el silencio de la DEA al respecto. A pesar de la trascendencia del hallazgo, no se ha emitido un comunicado claro que explique el procedimiento ni se ha proporcionado información concreta sobre los responsables detrás de este cargamento de droga.
Además, el hecho de que el presidente haya utilizado la excusa de las festividades navideñas para eludir a los medios en este momento tan crucial solo aumenta las dudas sobre la transparencia del gobierno. Mientras tanto, las versiones oficiales siguen siendo cuestionadas por medios locales e internacionales, que exigen respuestas claras. El silencio de la administración Abinader sobre este tema crítico crea un vacío de confianza que muchos temen podría estar siendo aprovechado para ocultar complicidades o negligencias en el manejo de la situación.
A esta crisis se le suma el creciente problema de la criminalidad haitiana en la República Dominicana. La falta de una respuesta contundente frente a esta ola de violencia y el recrudecimiento de actividades ilegales, como el tráfico de armas y drogas, pone en evidencia la vulnerabilidad del país en cuanto a su capacidad para controlar el crimen organizado. Si bien la administración afirma estar trabajando en soluciones, la incapacidad para brindar seguridad efectiva a la población sigue siendo un tema pendiente.
La cancelación de la rueda de prensa presidencial, en lugar de ser un simple descanso por las festividades, parece ser una estrategia para evitar la presión mediática y el escrutinio público sobre un tema sensible y complicado. Los ciudadanos exigen claridad, y el silencio del presidente sobre el decomiso de las 9.8 toneladas de droga no hace más que alimentar la desconfianza.
La decisión de cancelar La Semanal no es solo una falta de transparencia, sino una evasión ante las difíciles preguntas que los periodistas tenían sobre el narcotráfico en la República Dominicana. Este tipo de acciones no solo afectan la credibilidad del gobierno, sino que también levantan serias dudas sobre su compromiso real con la lucha contra el narcotráfico y la criminalidad. La República Dominicana necesita respuestas claras y firmes, no evasivas.
No te olvides de crear tu perfil en HES Social para que puedas comentar cualquier noticia, subir tus denuncias y compartir tus opiniones con la comunidad.
Si te parece interesante este articulo, difúndelo con tus amigos.
Te dejamos nuestros más reciente análisis: Crisis de Haití y la ineficacia diplomática dominicana: Melvin Sena critica la geopolítica dominicana.