La escalada de tensiones en Medio Oriente ha captado la atención mundial, pero ¿cómo afectará esto a la República Dominicana y su política migratoria, particularmente en relación con Haití?

Con la ONU y Estados Unidos ocupados en los esfuerzos por lograr la paz en la región, algunos especulan que la atención internacional se desviará de otros asuntos, incluida la situación en el Caribe.

Esto podría ofrecer una ventana de oportunidad para el presidente de la República Dominicana, Luis Abinader.

Se plantea la posibilidad de que, con la atención internacional enfocada en Medio Oriente, Abinader pueda avanzar con deportaciones masivas de haitianos, bajo el pretexto de «necesidades de seguridad» o «supervivencia nacional»( pero dudamos seriamente que el presidente dominicano que se declaro al inicio de su gobierno, como genuflexo a la ONU y los EEUU),Esto podría ser visto como una medida controvertida, especialmente considerando las tensiones históricas entre la República Dominicana y Haití.

A medida que la situación global evoluciona, es crucial mantener un ojo en cómo los eventos internacionales pueden influir en las políticas nacionales, especialmente en temas tan sensibles como la migración y las relaciones interétnicas.

La República Dominicana, tiene una oportunidad de oro, que de seguro el presidente dominicano dejara pasar, sin justificación.

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