Otra parte de la estrategia que ejecutará el PRM para las elecciones es desconocida en este momento. Actualmente, el partido que gobierna la República Dominicana es el Partido Revolucionario Moderno (PRM). Sin embargo, aunque el PRM teóricamente ostenta el poder, en la práctica, el ala política del partido tiene muy poca influencia, mientras que el ala empresarial controla casi el 90% del poder estatal.

Los fanáticos del PLD/FP, provocaron que la sociedad los rechazara y los sacara del poder, ahora los fanáticos del PRM, están provocando el mismo sentimiento en la comunidad votante no partidaria

Aunque los seguidores del PRM preferirían ignorarlo, la verdad es que la base del partido está descontenta con la cúpula del partido debido a su negligencia y falta de compromiso. Desde el primer día de gestión, la cúpula ha prometido a la base que les dará su espacio, pero hasta ahora no ha cumplido esa promesa.

Una parte de la estrategia de la cúpula del PRM es prometer que, en el nuevo gobierno, los perremeístas tendrán un lugar importante.

Sin embargo, esta promesa no está respaldada por ninguna garantía, y si la cúpula no cumple, probablemente culparán a otras personas en el gobierno, como Macarrulla. Sin embargo, es importante tener en cuenta que Macarrulla solo podía sugerir cosas y que la decisión final era del presidente de la República.

La cúpula del PRM es consciente de que no está bien posicionada con su base, por lo que su estrategia es enviar a los funcionarios (conocidos como “Popis”) a crear movimientos de apoyo a la candidatura del presidente, para no tener que responder a la base ni pedir disculpas.

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En el gobierno de Abinader, el valor de los funcionarios políticos, especialmente los de origen humilde, es muy bajo.

A menudo, se crean movimientos políticos para utilizarlos como herramientas mediáticas y demostrar apoyo, pero por lo general, estos movimientos no tienen garantías, y solo responden a veces a los coordinadores de esos movimientos.

Para conquistar el poder, los partidos políticos deben apoyarse en ambas cosas: su base y los movimientos políticos externos.

Por un lado, la base de un partido es esencial para el éxito electoral, ya que son los votantes que conocen mejor al partido y a sus candidatos. Además, los miembros de la base son los que organizan y movilizan a otros votantes, lo que es esencial para ganar elecciones. Por lo tanto, es importante que los partidos políticos mantengan una buena relación con su base y trabajen para satisfacer sus necesidades y preocupaciones.

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Por otro lado, los movimientos políticos externos también pueden ser una fuente valiosa de apoyo para un partido político. Estos movimientos pueden atraer a nuevos votantes y ofrecer nuevas ideas y perspectivas que pueden ser útiles para el partido. Además, los movimientos políticos externos a menudo tienen una gran presencia en los medios y en las redes sociales, lo que puede aumentar la visibilidad del partido y su candidato.

En resumen, para conquistar el poder, los partidos políticos deben buscar el apoyo tanto de su base como de los movimientos políticos externos. La clave es encontrar un equilibrio entre estas dos fuentes de apoyo y trabajar para mantener una buena relación con ambos grupos.

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