Los dominicanos debe entender algo urgente: los políticos no agradecen. Y no se trata solo del partido del actual gobierno, sino de una realidad histórica que ha sido una constante a lo largo de los años. Aunque en el pasado esto era percibido con menor intensidad, hoy, gracias al auge de las redes sociales, esta realidad se difunde de manera masiva, y el desengaño de la gente se ha vuelto más evidente.
El incumplimiento de las promesas hechas durante las campañas no es algo nuevo, ni exclusivo de la República Dominicana ni del Partido Revolucionario Moderno (PRM). De hecho, este fenómeno ha sido una constante en todos los gobiernos que han pasado, aunque, sin lugar a dudas, el actual gobierno ha llevado este incumplimiento a su nivel más alto.
El problema radica en que, una vez que los políticos Dominicanos llegan al poder, se olvidan de las promesas, de los compromisos, de la gente que les dio su apoyo. Solo trabajan para garantizar sus propios intereses personales, sin importarles el bienestar de la sociedad.
Esto debe hacernos reflexionar profundamente. Ya es hora de que los dominicanos nos detengamos a hacer un ejercicio objetivo y lógico sobre a quién le daremos nuestro apoyo electoral de ahora en adelante. No podemos seguir permitiendo que el ciclo de promesas rotas y decepciones nos siga gobernando. No podemos seguir siendo cómplices de un sistema político que favorece a los mismos de siempre, aquellos que están ahí para aprovecharse de los recursos del Estado y no para servir al pueblo.
El sistema político dominicano necesita una renovación profunda. Y esa renovación no vendrá de los mismos actores de siempre, aquellos que ya han demostrado su falta de compromiso con el pueblo. El verdadero cambio radica en darnos cuenta de que ya existen otras opciones: ahora es posible postularse a cualquier puesto en el Estado de manera independiente. Los partidos políticos tradicionales, con sus prácticas desleales y sus promesas incumplidas, ya no deben ser la única opción viable para gobernar.
Es el momento de despegarse de las malas prácticas, de los políticos Dominicanos corruptos que no tienen ningún interés en el bienestar de la gente. Es momento de hacer un cambio real. Los dominicanos debemos comenzar a pensar de manera más crítica, más estratégica, para elegir a aquellos candidatos que realmente trabajen por el bien común y no por sus propios intereses.
El pueblo ya está cansado de los mismos de siempre. Es hora de construir un sistema político más honesto, más cercano a la gente y, sobre todo, que realmente valore el voto del pueblo. Es hora de que los dominicanos hagamos que nuestra voz sea escuchada, de que podamos elegir a aquellos que realmente merecen nuestra confianza y apoyo.
¡Es hora de cambiar el rumbo y dejar atrás las promesas vacías!
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Políticos Dominicanos