En un reciente anuncio, el presidente Luis Abinader reveló que el Gobierno de República Dominicana dispondrá de un fondo de $2,000 millones a través del Banco de Desarrollo y Exportaciones (Bandex) para impulsar clínicas y centros médicos de tercer nivel, laboratorios, producción farmacéutica nacional, proyectos de turismo de salud y otros.
Sin embargo, esta decisión ha generó controversia, ya que algunos críticos argumentan que la prioridad debería ser fortalecer la atención primaria pública en lugar de destinar recursos públicos a clínicas privadas.
«Hackeandoelsistema.net» se expresó su descontento con esta decisión gubernamental, sosteniendo que se está enfocando en el segundo y tercer nivel de atención médica pública en lugar de abordar las necesidades más apremiantes de la atención primaria, como se discute en el Consejo Económico y Social (CES).
Este enfoque de Luis Abinader, ha suscitado preocupaciones sobre la asignación de recursos públicos y la aparente falta de priorización de las necesidades del sector de salud pública.
La crítica principal se centra en el hecho de que, a pesar de la retórica previa sobre la importancia de fortalecer el sistema de atención médica pública, el Gobierno está destinando una suma significativa de dinero a las clínicas privadas.
Esto ha llevado a acusaciones de doble moral y oportunismo político, ya que algunos sostienen que se está favoreciendo al sector privado en detrimento del sector público, a pesar de que este último debería ser la prioridad.
La situación se ha vuelto aún más controvertida debido a la reciente solicitud de la vicepresidenta de la República, Raquel Peña, a las clínicas privadas para que reciban pacientes con dengue. A pesar de la inversión pública en estas clínicas, algunas de ellas parecen estar enviando a los pacientes a los hospitales públicos, lo que ha generado críticas adicionales sobre la falta de cooperación y reciprocidad por parte del sector privado.
El dengue es una enfermedad endémica en República Dominicana, y los hospitales públicos están lidiando con un aumento en los casos. La falta de apoyo de las clínicas privadas en medio de esta crisis ha intensificado la controversia en torno a la inversión pública en el sector de la salud.
Esta situación plantea preguntas importantes sobre la coherencia y la priorización de los recursos públicos en el ámbito de la salud. Los ciudadanos y observadores políticos se preguntan si el Gobierno está tomando las decisiones correctas en términos de asignación de fondos y si las clínicas privadas están cumpliendo su parte en tiempos de crisis de salud pública.
En resumen, la controversia en República Dominicana gira en torno a la asignación de $2,000 millones de Luis Abinader, en fondos públicos para impulsar el segundo y tercer nivel de atención médica, mientras persisten las necesidades en el sector de atención primaria en el sistema público.
Además, la aparente falta de cooperación de algunas clínicas privadas en medio de una crisis de dengue ha suscitado preocupaciones sobre la efectividad de la inversión pública en el sistema de salud del país.
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