Al igual que EE.UU. planea destinar la cárcel de Guantánamo en Cuba para la detención de inmigrantes ilegales, la República Dominicana podría considerar la posibilidad de asignar una de sus prisiones para albergar a los inmigrantes haitianos en situación irregular. En este espacio, se podría proceder con la depuración, la recolección de datos biométricos y la educación sobre las posibles consecuencias de regresar al país de manera ilegal.
Según la definición de delincuente, cualquier individuo que viola las leyes está cometiendo un acto ilegal. Dado que las leyes migratorias forman parte del código penal, los inmigrantes ilegales podrían ser considerados transgresores de la ley y, por ende, sujetos a sanciones establecidas en dicho código.
El expresidente Donald Trump anunció recientemente que instruirá al Pentágono para preparar la base naval de Guantánamo con el fin de albergar a 30,000 inmigrantes ilegales catalogados como criminales. En sus declaraciones, Trump aseguró que la medida tiene como objetivo proteger a la ciudadanía estadounidense y evitar que individuos peligrosos regresen al país.
Trump firmó un memorándum presidencial para poner en marcha esta iniciativa, destacando que Guantánamo ya cuenta con 30,000 camas disponibles para los detenidos que representen un riesgo para la seguridad pública. De acuerdo con el exmandatario, la decisión permitiría erradicar el crimen migratorio en las comunidades afectadas y fortalecer las fronteras de EE.UU.
El anuncio ha generado reacciones en la comunidad internacional. El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, calificó la medida como un «acto de brutalidad», señalando que se estaría utilizando un territorio ocupado ilegalmente para la detención forzada de miles de migrantes. Sin embargo, la administración Trump defiende la decisión argumentando que Guantánamo ha sido utilizado por gobiernos anteriores, incluyendo a Bill Clinton, para albergar migrantes de manera temporal.
El secretario de Seguridad Nacional, Kristi Noem, confirmó que Guantánamo ya está siendo usado para la detención de inmigrantes ilegales y que su capacidad será ampliada para garantizar un mayor espacio para criminales extranjeros. De igual forma, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, quien prestó servicio en la base naval entre 2004 y 2005, explicó que la infraestructura existente es idónea para retener a los detenidos hasta que sean repatriados a sus países de origen.
Desde la toma de posesión de Trump el pasado 20 de enero, su administración ha implementado medidas rápidas para reforzar la seguridad migratoria. En los primeros días de su mandato, se emitieron diez órdenes ejecutivas que endurecen las leyes de inmigración, incluyendo la eliminación del asilo para quienes no posean documentación válida y la activación de operativos masivos de detención por parte de ICE.
En una reciente operación, ICE logró arrestar a 969 inmigrantes ilegales en un solo día, destacando la captura de individuos con antecedentes criminales graves, como violadores y miembros de organizaciones criminales.
Con la política migratoria de Trump nuevamente en acción, la situación de los inmigrantes en EE.UU. podría cambiar drásticamente. Mientras tanto, otros países podrían evaluar estrategias similares para abordar el problema de la inmigración ilegal y garantizar la seguridad nacional.
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