El informe técnico contradice la narrativa oficial. ¿Por qué el gobierno insiste en evitar responsabilidades? En un giro inesperado dentro de la investigación sobre el colapso del icónico edificio JetSet, se ha revelado un dato que podría cambiar completamente el rumbo del caso: el peso total de los equipos instalados en el techo era sustancialmente menor que la capacidad estructural de la edificación, lo que contradice versiones iniciales que apuntaban a una posible sobrecarga como causa del derrumbe.
Según los datos técnicos obtenidos, el peso combinado de todos los equipos en el techo no superaba las 11,915 libras, mientras que la estructura, de acuerdo con la normativa dominicana vigente al momento de su construcción, estaba diseñada para soportar hasta 49,590 libras. Esta diferencia abismal, de más del 76%, descarta por completo que una sobrecarga haya sido el detonante directo del colapso.
¿Una estrategia para proteger a los dueños del Jetset?
Este hallazgo plantea interrogantes muy serias:
- ¿Por qué el gobierno, a pesar de contar con esta información, no ha planteado otras hipótesis públicamente?
- ¿Existe un intento deliberado por encubrir fallos estructurales, de mantenimiento o de construcción que comprometerían legalmente a los propietarios o constructores originales?
Todo indica que sí. El rápido descarte de culpabilidad por parte de las autoridades, centrado en la supuesta carga en el techo, parece más una narrativa conveniente que una conclusión técnica real.
Otras causas que no se están considerando (o se están ocultando)
Si no fue la carga, las posibilidades apuntan a causas estructurales más profundas y potencialmente graves:
1. Vicios ocultos de construcción
- Uso de materiales de calidad inferior a los especificados.
- Errores de ejecución en el armado del acero o el vaciado del concreto.
- Supervisión deficiente o comprada durante la construcción.
2. Deterioro por falta de mantenimiento
- Filtraciones prolongadas.
- Corrosión del acero de refuerzo.
- Descuido absoluto en las inspecciones periódicas.
3. Fatiga estructural inducida
- Vibraciones prolongadas por equipos pesados o música de alto volumen.
- Modificaciones hechas sin estudios técnicos.
4. Encubrimiento institucional
- Silencio cómplice para evitar demandas millonarias.
- Protección de figuras influyentes involucradas en la propiedad o en la historia de la edificación.
- Miedo al escándalo mediático.
¿Por qué es tan grave este encubrimiento en la tragedia del Jetset?
Si el colapso fue producto de negligencia en la construcción o mantenimiento, y se intenta desviar la atención, se sienta un precedente peligroso: cualquier estructura podría venirse abajo sin consecuencias para los responsables.
Además, las víctimas directas o indirectas del siniestro merecen más que un informe tibio: merecen justicia, claridad y garantías de que esto no se repetirá en otro punto del país.
¿Y ahora qué?
La ciudadanía, los gremios profesionales y los medios de comunicación responsables tienen la obligación de exigir:
- Una investigación técnica independiente, sin interferencias políticas.
- Acceso a los planos estructurales originales y bitácoras de mantenimiento.
- Sanciones, si se comprueba negligencia o corrupción.
En el fondo, lo que colapsó no fue solo una estructura física: fue la confianza en el sistema que debería protegernos.