Por Claudio Caamaño Vélez
Hay un refrán que dice “amor no quita conocimiento”. Recientemente salió una encuesta sobre la aceptación de los alcaldes del país, que sitúa al de Santo Domingo Este como el peor valorado, con 14 % de aceptación.
Esa noticia me duele por varias razones: llegó por el partido al cual pertenezco, trabajé arduamente para que ganara y es el alcalde de mi municipio.
Lo que más me entristece es que tanta gente creímos sinceramente que sería el mejor alcalde del país y que cambiaría el paradigma de cómo administrar un municipio. Pero, a pesar de que ha tenido todo a su favor (mayoría de regidores, Presidente y Congreso Nacional de “su” partido), no ha llenado las expectativas.
Vivo en Los Frailes, un barrio de Santo Domingo Este. Hoy hay más basura en la esquina de mi casa, hoy mi calle está más oscura y con más hoyos.
A más de un año de gestión, no hay un solo sometimiento por las irregularidades denunciadas en campaña.
Hago este escrito con la esperanza de que recapacite, pues por el camino que va no llegará a buen destino. Lleva un año, pero aún le quedan tres, que los aproveche.
Siempre he estado dispuesto a ayudarle, por nuestra amistad y por el amor que tengo por mi municipio (en el cual nací, crecí, vivo y espero vivir siempre). Pero es difícil ayudar a quien no se deja. Igual, sigo a las órdenes.
No pido nada personal ni paso factura, solo deseo vivir en un municipio bien gobernado.
Espero que Manuel sepa que amigo no es quien te dice lo que quieres oír, sino quien te dice lo que necesitas escuchar.