El reciente intercambio de declaraciones entre el presidente Luis Abinader y el expresidente Leonel Fernández ha marcado un nuevo episodio en la contienda política dominicana. Más allá de ser un simple cruce de palabras, esta disputa revela elementos estratégicos que impactan la percepción pública de ambos líderes. Este análisis revisa las fortalezas, errores y consecuencias políticas de esta confrontación.
El origen del enfrentamiento
La polémica inició cuando el presidente Abinader, en un acto en Santiago, criticó la gestión de Leonel Fernández, afirmando que «un solo kilómetro del monorriel que estamos construyendo es más que todo lo que hizo en infraestructura en Santiago». Además, señaló que Fernández tenía mucho tiempo sin visitar la ciudad y que en sus mandatos no construyó viviendas allí.
La respuesta de Fernández no tardó en llegar. En un acto posterior, enumeró más de 100 obras que su gobierno ejecutó en Santiago, rechazando los señalamientos de Abinader y posicionándose como un líder con un legado tangible en la ciudad.
Errores políticos en la confrontación
Errores de Luis Abinader
- Sobreexposición de Fernández
- Con sus declaraciones, Abinader colocó a Fernández nuevamente en el centro del debate público, dándole relevancia mediática y reforzando su imagen como principal figura de la oposición.
- Desvío del enfoque gubernamental
- En lugar de enfocarse en destacar los logros de su administración sin entrar en comparaciones, Abinader permitió que la discusión girara en torno a la gestión pasada de Fernández, desviando la atención de su propio desempeño.
- Ataque innecesario
- Minimizar el legado de un expresidente en una región específica puede ser contraproducente, ya que sectores de la población que valoran esas obras podrían verlo como un intento de desinformación o politización exagerada.
Errores de Leonel Fernández
- Reacción defensiva y anclada en el pasado
- En lugar de aprovechar la oportunidad para presentar propuestas de futuro, Fernández centró su respuesta en una lista de obras pasadas, lo que puede proyectar una imagen de líder anclado en el pasado y no como una alternativa innovadora.
- Falta de narrativa de renovación
- La defensa de su legado era esperable, pero no vino acompañada de una propuesta clara que lo posicionara como un candidato de cambio para 2028, dejando un vacío en su discurso.
Ventajas y desventajas de la disputa
Para Luis Abinader
✅ Ventajas
- Se reafirma como un presidente activo, destacando la ejecución de nuevas infraestructuras.
- Se posiciona como un líder del cambio al contrastar su gestión con la de Fernández.
- Refuerza su discurso de modernización y desarrollo del país.
❌ Desventajas
- Infló la figura de Fernández, dándole más presencia mediática.
- Desvió el foco de los logros de su administración a una discusión con la oposición.
- Corrió el riesgo de polarizar sectores que podrían sentirse identificados con las obras pasadas.
Para Leonel Fernández
✅ Ventajas
- Logró reinsertarse en la conversación política con un discurso de defensa de su gestión.
- Movilizó a su base de apoyo al recordar logros de su gobierno.
- Proyectó liderazgo y capacidad de responder a ataques del oficialismo.
❌ Desventajas
- No presentó una propuesta clara para el futuro.
- Se enfocó en defender su pasado en lugar de proyectar una nueva visión de gobierno.
- Puede reforzar la idea de que representa el pasado en un electorado que busca renovación.
Análisis estratégico: ¿Quién salió mejor parado?
Desde un punto de vista estratégico, Abinader cometió un error político elemental: revivir y fortalecer a un oponente que, si bien sigue siendo relevante, tiene un techo electoral limitado. Sin embargo, lo hizo dentro de una narrativa que refuerza su imagen de modernización.
Por otro lado, Fernández logró recuperar visibilidad y consolidar su base, pero no aprovechó el momento para ofrecer un mensaje renovador.
En términos de impacto político inmediato, Fernández se benefició más, pues pasó de estar fuera del foco mediático a ser el centro del debate. Sin embargo, en el largo plazo, si la oposición no logra consolidarse en torno a una nueva figura con potencial de crecimiento, la estrategia del gobierno podría terminar siendo efectiva, manteniendo a Fernández como el principal opositor mientras limita la posibilidad de que surjan opciones con mayor capacidad de crecimiento electoral.
Este enfrentamiento refleja la estrategia del oficialismo de elegir a su opositor más conveniente y de una oposición que aún no logra articular una propuesta alternativa convincente.
Para Abinader, el reto es no caer en disputas que le resten protagonismo a sus propios logros. Para Leonel Fernández, la clave será no solo defender su pasado, sino proyectar un futuro atractivo para los votantes. En este juego político, ambos ganan y pierden, pero la batalla real se definirá en la capacidad de cada uno de conectar con el electorado más allá de los dimes y diretes.
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