Por años, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) operó en República Dominicana y otros países de América Latina bajo la fachada de ayuda al desarrollo. Pero la realidad es otra: USAID canalizó cientos de millones de dólares en la región para comprar influencias, manipular la opinión pública y financiar agendas ajenas a los intereses de las naciones soberanas. Ahora, con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, esta agencia ha sido desmantelada tras descubrirse el uso irregular de fondos en campañas de propaganda y compra de periodistas.
En República Dominicana, la traición quedó al descubierto. Mientras el pueblo luchaba por mejores condiciones de vida, ciertos sectores de la sociedad recibían millones de dólares de USAID para torcer la verdad y manipular el debate público. La pregunta es: ¿Cuántos vendieron su voz al mejor postor?
El Escándalo de USAID: Un Presupuesto para la Manipulación
De acuerdo con El Nacional, solo en República Dominicana, USAID destinó 10 millones 870 mil dólares (unos 663 millones de pesos dominicanos) a la organización Participación Ciudadana entre 2015 y 2022. Supuestamente, estos fondos eran para «fortalecer la democracia y la transparencia», pero en la práctica se usaron para financiar campañas políticas encubiertas y control mediático.
A este monto hay que sumarle los recursos que se inyectaron a medios de comunicación y comentaristas, quienes, por dinero, vendieron su credibilidad para servir a los intereses de USAID. Su tarea era clara: atacar gobiernos que no se alinearan con la agenda estadounidense.
El Fin de USAID en República Dominicana: La Caída de los Mercenarios de la Opinión y los Traidores a la Nación
Por años, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) operó en República Dominicana con el disfraz de la cooperación y el desarrollo, pero en realidad actuaba como un instrumento de injerencia extranjera. Millones de dólares fueron canalizados hacia periodistas, medios de comunicación e instituciones que, lejos de trabajar por el bienestar del país, impulsaron una agenda que no representa los intereses nacionales.
Ahora, con la llegada de Donald Trump y el desmantelamiento de USAID tras descubrirse el uso irregular de fondos, la verdad ha salido a la luz. Se confirmó que esta agencia financió la haitianización de República Dominicana, la promoción de una agenda LGBT+ incluso en las escuelas, y la manipulación de la opinión pública a través de comentaristas de radio y televisión. Aquellos que se vendían como los «guardianes de la verdad», intocables e incuestionables, han quedado expuestos como lo que realmente fueron: mercenarios de la información y traidores al país.
USAID en República Dominicana: 663 Millones de Pesos para la Manipulación
Según un informe publicado por El Nacional, entre 2015 y 2022, USAID destinó 10 millones 870 mil dólares (663 millones de pesos dominicanos) a la organización Participación Ciudadana. Esta entidad, que se presentaba como un observatorio de la democracia y la transparencia, en realidad actuó como un caballo de Troya, impulsando una agenda que no era compatible con los valores y necesidades del pueblo dominicano.
¿Cómo operaba esta maquinaria de manipulación?
- Compra de periodistas y medios de comunicación
- USAID inyectó fondos a comunicadores que se autoproclamaban los únicos poseedores de la verdad, con licencia para destruir, descalificar y aplastar cualquier voz que los cuestionara.
- Estos periodistas no eran fiscalizadores imparciales; eran operadores políticos con una agenda bien definida.
- Desacreditaban a cualquiera que se opusiera a la haitianización del país o denunciara la injerencia extranjera en los asuntos nacionales.
- Imposición de la haitianización de República Dominicana
- Se promovió un discurso de “hermandad” con Haití mientras se atacaba a quienes exigían el cumplimiento de las leyes migratorias.
- ONG y supuestos defensores de los derechos humanos financiados por USAID impulsaban narrativas que buscaban desdibujar la soberanía dominicana.
- Se intentó condicionar a la opinión pública para normalizar la inmigración ilegal y favorecer la regularización masiva de haitianos en el país.
- La agenda LGBT+ en las escuelas dominicanas
- Con el financiamiento de USAID, se promovió una agenda que chocaba directamente con la idiosincrasia de un país de tradición conservadora.
- Se intentó imponer en las escuelas y en la sociedad un modelo ideológico que no representa a la mayoría de los dominicanos.
- Quienes se oponían a esta imposición fueron etiquetados como “retrógrados” o “intolerantes”, silenciados por los mismos medios y periodistas que se lucraban con estos fondos.
La Caída de los Mercenarios de la Opinión
Hoy, con el cierre de USAID y el desmantelamiento de su red de influencia, queda claro quiénes fueron los verdaderos enemigos del pueblo dominicano. Aquellos periodistas y analistas que por años se presentaron como los grandes jueces de la sociedad, que destruían reputaciones y manipulaban la verdad a conveniencia, en realidad eran empleados de una estructura de poder extranjera.
Mientras el país sufría desigualdad, corrupción y crisis económica, estos individuos se enriquecían con dólares estadounidenses, vendiendo su voz y su pluma al mejor postor. No fueron imparciales, no fueron justos. Fueron cómplices de la distorsión de la realidad y de la imposición de agendas foráneas.
Ahora, sin el financiamiento de USAID, se enfrentan a la cruda realidad: ya no podrán vivir del engaño. Se acabó la protección, el dinero fácil y la falsa autoridad moral.
Lecciones y Retos para el Futuro
El desmantelamiento de USAID y la exposición de su red de manipulación nos deja varias lecciones clave:
- La soberanía nacional no se negocia
- Ninguna potencia extranjera debe decidir el rumbo de República Dominicana.
- La política migratoria, educativa y social debe responder a los intereses del pueblo dominicano, no a los dictámenes de Washington o Bruselas.
- Es hora de depurar el periodismo dominicano
- El escándalo de USAID demuestra que muchos periodistas no fueron más que operadores políticos disfrazados de comunicadores.
- Se debe exigir transparencia en el financiamiento de medios y periodistas para evitar que el periodismo sea utilizado como un arma de manipulación.
- No podemos bajar la guardia
- USAID ha sido desmantelada, pero la influencia extranjera en República Dominicana no ha desaparecido.
- Existen otras organizaciones y fondos que siguen operando con el mismo objetivo de controlar la opinión pública y moldear la agenda del país.
República Dominicana se Libera de la Manipulación
El fin de USAID marca un punto de inflexión en la lucha por la soberanía de República Dominicana. Durante años, esta agencia financió a traidores internos, periodistas corruptos e instituciones serviles a intereses extranjeros. Pero la verdad ha salido a la luz, y con ella, la oportunidad de recuperar el control sobre nuestra nación.
Que esto sirva como un llamado a la acción: nunca más permitiremos que se nos imponga una agenda ajena a nuestra identidad, cultura y valores. República Dominicana es de los dominicanos, y su futuro no está en venta.
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